Los cálculos biliares y renales tienen nombres parecidos y ambos pueden ser muy dolorosos, pero se forman en órganos distintos, se componen de sustancias distintas, generan síntomas distintos, tienen tratamientos distintos y hasta sus médicos son también diferentes.

Los CÁLCULOS BILIARES son depósitos endurecidos de fluido digestivo que se forma en la vesícula biliar.
La vesícula es un órgano pequeño en forma de pera ubicado en la zona derecha del abdomen, justo debajo del hígado.
La vesícula biliar contiene fluido digestivo llamado bilis, que se genera en el hígado, se almacena en la vesícula, y cuando comemos se libera en el intestino delgado para ayudarnos con la digestión de los alimentos. Cuando la bilis tiene alta concentración de algunas sustancias como el colesterol o la bilirrubina, estas pueden cristalizar y crecer hasta formar cálculos biliares. Por tanto, los cálculos biliares pueden ser de colesterol (que son los más frecuentes y son de color amarillo) o de bilirrubina (de color marrón oscuro).
Los cálculos biliares pueden ser de diferentes tamaños; desde pequeños como granos de arena hasta grandes como pelotas de golf. Algunas personas desarrollan solamente un cálculo biliar, mientras otras desarrollan muchos al mismo tiempo.
Es posible que sean asintomáticos. Sin embargo, si uno de estos cálculos acaba bloqueando el conducto biliar que conecta la vesícula con el intestino delgado tu cuerpo reaccionará con síntomas como: náuseas, vómitos, dolor repentino que se intensifica en la parte central superior del abdomen (llamado, Cólico Biliar), y dolor en la espalda a la altura del hombro derecho.
Los CÁLCULOS RENALES son depósitos endurecidos de sustancias que están en la orina que se forman dentro de los riñones, y con el tiempo pueden aparecer en el uréter o la vejiga. Los cálculos renales se pueden clasificar en cuatro grandes grupos en función del tipo de sustancia que lo compone; calcio, de estruvita, de ácido úrico y de cistina.
Es frecuente tener cálculos renales asintomáticos. Sin embargo, si uno de estos cálculos acaba bloqueando el paso de la orina a través del uréter los síntomas resultantes serán: náuseas, vómitos, fiebre, dolor lumbar (llamado: Cólico Renal), dolor en la parte baja del abdomen cerca de los genitales, y posible sangrado en la orina.
Comentarios
Publicar un comentario